Conoce las ventajas, desventajas y usos recomendados de cada tipo de crédito

Ante la pregunta de si el crédito es bueno o malo, me gusta aclarar que es el uso que le damos el que puede convertirlo en un medio de pago que puede apoyar tu bienestar financiero o en un puente hacia el fracaso financiero. Siempre que lo utilices conociendo el uso recomendado por tipo de producto y con una estrategia, será un aliado para tus finanzas.

Si incurriste en créditos sin el conocimiento adecuado, te encuentras necesitando reestructurar deudas, o deseas iniciar tu perfil crediticio con buen pie, de manera que apoye tu bienestar financiero, este artículo es para ti.

Tarjeta de crédito

Es una herramienta de pago que puedes utilizar para pagar tus compras en establecimientos que cuenten con una terminal para procesarlos.  Incluye una tarjeta de plástico a nombre del titular de la cuenta, un sistema particular de calcular los consumos, con un límite o tope del monto prestado que puede ser utilizado en el mes.

Ventajas:

      • La posibilidad de acceder a un dinero del que realmente no se dispone(a menos que tengas tu fondo de respaldo) sin tener que solicitar un préstamo y en tiempo real.
      • Es útil tanto para empresas como particulares en la gestión de flujos de caja (dinero que ingresa y se paga).
      • Se puede sacar rendimiento del dinero en la cuenta mientras se utiliza un ‘préstamo’ a un mes sin intereses (si se conoce bien el funcionamiento).
      • Si pagas según los tiempos acordados, estarás construyendo un buen perfil crediticio, que puede representar mejores tasas y múltiples beneficios.

Desventajas:

      • Altas tasas de interés, en comparación con otros productos crediticios.
      • Su forma de operar suele confundir a los usuarios, lo que supone una serie de riesgos:
        • La posibilidad de terminar endeudado sin darse cuenta.
        • La “invitación” a gastar más de lo que se tiene, para usuarios que no tienen claro la relación entre su ingreso, patrón de gastos y aún no han definido un plan estratégico financiero a seguir.
      • Si se supera el dinero disponible en la cuenta o se deja de pagar una de las cuotas, empiezan a correr los intereses de estos créditos, que son mayores que los de los préstamos personales. A estos hay que añadir gastos fijos y comisiones por determinadas operaciones, como con cualquier otro producto financiero.

Uso recomendado:

      • Utilizar sólo por el tiempo que no genera intereses, como medio de pago, evitar el financiamiento debido a altas tasas de interés comparado con otros créditos.
      • Contar con fondos en una cuenta que respalden esos consumos (saber de antemano con qué dinero vas a pagar el consumo al corte)
      • Pagar la totalidad del balance al corte y uno o dos días antes de la fecha límite de pago.
      • Conocer bien el flujo de ingreso que se tiene, de modo que permita saldar el monto utilizado dentro del plazo libre de intereses y poder calcular previamente, en caso de incurrir en el pago eventual de interés, el impacto que tendrá en el equilibrio de sus finanzas.

Le dedicaremos un espacio exclusivo a este tipo de crédito, debido a que muchas personas suelen confundirse con el sistema de cálculo de consumos y el propósito de este producto.

 

Crédito revolvente / diferido

La cantidad de crédito disponible se restaura automáticamente con cada pago efectuado y tiene un tope en un tiempo definido. Ejemplos:  las tarjetas de crédito y líneas de crédito.

 

Ventajas:

      • La posibilidad de acceder a un dinero sin tener que solicitar un préstamo y en tiempo real.
      • Es útil tanto para empresas como particulares en la gestión de flujos de caja (dinero que ingresa y se paga).
      • Se puede sacar rendimiento del dinero en la cuenta mientras se utiliza un ‘préstamo’ a un mes sin intereses (si se conoce bien el funcionamiento).
      • Si pagas según los tiempos acordados, estarás construyendo un buen perfil crediticio, que puede representar mejores tasas y múltiples beneficios.

Desventajas:

      • Altas tasas de interés, en comparación con otros productos crediticios.
      • Su forma de operar suele confundir a los usuarios, lo que supone una serie de riesgos:
        • La posibilidad de terminar endeudado sin darse cuenta.
        • La “invitación” a gastar más de lo que se tiene, para usuarios que no tienen claro la relación entre su ingreso, patrón de gastos y aún no han definido un plan estratégico financiero a seguir.

Uso recomendado:

  • Utilizar sólo por el tiempo que no genera intereses, como medio de pago, debido a altas tasas de interés comparado con otros créditos.
  • Conocer bien el flujo de ingreso que se tiene, de modo que permita saldar el monto utilizado dentro del plazo libre de intereses y poder calcular previamente, en caso de incurrir en el pago eventual de interés, el impacto que tendrá en el equilibrio de sus finanzas.

 

Préstamo personal de consumo                                    

Puede obtenerse sin garantía y abarca una gama de consumo más amplia.

Deberás devolver el dinero que te ha sido prestado más la suma de unos intereses en un plazo determinado.

 

Ventajas:

  • El proceso de tramitación suele ser más rápido que el de un préstamo hipotecario.
  • Puede ayudar en el proceso de reestructuración de deudas que fueron gestionadas sin estrategia y resultan tóxicas.
  • Puedes pactar el plazo de devolución, para acomodarlo a tu situación financiera, pero debes que tener en cuenta que cuanto más largo sea más intereses pagarás.
  • Si pagas según los tiempos acordados, estarás construyendo un buen perfil crediticio, que puede representar mejores tasas y múltiples beneficios.

Desventajas:

  • El tipo de interés es más alto que el del préstamo hipotecario, aunque no suele ser muy elevado. Como ya se ha dicho, es recomendable comparar entre distintos productos para ver cual se adapta mejor a la situación financiera actual y no tomar una mala decisión.
  • Si no dispones del dinero, existen consecuencias que varían según las políticas de la institución y puede significar que responderás con todos tus bienes, tanto presente como futuros.
  • Tener en cuenta que estos préstamos tendrán comisión de apertura y cancelación, además de otras comisiones que pueden aparecer en el contrato y aumenten la cantidad a devolver.

Uso recomendado:

  • Usar sólo para emergencias y como parte de un plan de recuperación, como lo sería una consolidación de deudas (Aunque te lo ofrezcan para comprar electrodomésticos, viajar y demás consumos que puedes planificar).
  • No usar para consumos extraordinarios, ni porque esté disponible.

 

Préstamo hipotecario

Este tipo de préstamo, aunque no requiere que el propósito exclusivo sea comprar un inmueble, es imprescindible que sea garantizado por uno (ej. propiedad inmobiliaria, solar), lo cual se conoce como “hipoteca”.

Por estar garantizado por un inmueble, estos préstamos ofrecen menores tasas de interés y mayores plazos.

Ventajas:

      • Los montos son superiores a los ofrecidos en otros tipos de préstamos.
      • Muchos ofrecen tasas de interés bajas, que hacen más llevadero el pago de este.
      • No implica necesariamente comprar vivienda, también puede ser remodelar la vivienda actual, en caso de tener una.
      • Los préstamos se hacen a largo plazo, lo que implica que las cuotas se podrían acomodan a tu capacidad adquisitiva.
      • Si pagas según los tiempos acordados, estarás construyendo un buen perfil crediticio, que puede representar mejores tasas y múltiples beneficios.

Desventajas:

      • Es importante tener una estabilidad económica a largo plazo y esto es impredecible, pues nadie sabe cómo puede cambiar su situación.
      • Los atrasos en los pagos generan intereses de mora, los cuales regularmente son muy altos y el incumplimiento prolongado en cualquier etapa del plazo puede significar la pérdida de la vivienda.
      • Exigen la contratación de distintos tipos de seguros, de vida, contra incendio y terremoto que muchas veces sólo cubre la parte pagada del crédito hipotecario.
      • Pueden existir penalidades por pago adelantado o antes del tiempo pactado.

Uso recomendado:

      • Tomar la decisión de comprar la vivienda considerando tu etapa y plan de vida. Preguntarte el porqué, para qué y si el hacerlo te acerca o aleja de lo que verdaderamente importa para ti.  Por ejemplo, imagina que lo que quieres hacer es ir a otro país a hacer una maestría, pero estás considerando comprar tu primera vivienda porque crees que ante los demás es sinónimo de éxito. El precio a pagar podría resultar muy alto, ya que estarías invirtiendo el orden de prioridades, por las razones equivocadas.
      • Prepararte para la compra de tu vivienda, ahorrar y aportar la mayor cantidad de inicial posible. De esta forma el monto total a financiar sería menor, por consiguiente las cuotas y el tiempo de dicho compromiso.
      • Contar con un fondo de emergencia para cubrir posibles eventualidades, como la pérdida de tu fuente de ingreso, de modo que no incumplas el pago de las cuotas mientras reestableces tu flujo de ingresos.

 

Mantente atento/a a la segunda parte de este artículo la próxima semana.

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